jueves, 16 de octubre de 2008

Demócratas y republicanos a nuestro lado mientras no juguemos con sus ambiciones



Lígia Ferreira


Las elecciones presidenciales en los EE.UU. se acercan y aun hay duda de quién va a vencerla. Por un lado hay un republicano de 72 años con carrera militar y política, convicto a tratar temas polémicos en su país, como aborto, casamientos homosexuales y amnistía, y por otro lado está un joven demócrata de 47 años, abogado y político, que habla acerca de problemas ambientales, guerras y crisis energética.

Mientras las encuestas afirman que no hay una gran ventaja entre ellos en el electorado, los otros países discuten cual es la mejor opción para su futuro y se quedan en la hincha por uno u otro candidato.

La preocupación más grande a todos los países emergentes es la apertura comercial que EEUU pueda o no garantizar con su nuevo presidente. A Chile eso deja de ser una preocupación y pasa a ser una ventaja, él país ya tiene su proprio acuerdo con los norteamericanos y la no apertura a otros países de la América Latina, dejaría Chile con una superioridad comercial.

En ese punto, el candidato demócrata Barack Obama se quedaría en la preferencia para Chile, ya que Obama afirma no tener interés en crear nuevos acuerdos comerciales con Latinoamérica e incluso piensa en hacer una revisión en los tratados que ya existen.
La América Latina no es tema primordial para los Estados Unidos, pero el demócrata ya declaró tener interese en Brasil, Venezuela y Cuba, aun que considere el presidente Hugo Chavez una “amenaza administrable”, lo que provoca incertidumbre entre nuestros países vecinos. Pablo Vildósola, director de la Escuela de Periodismo, afirmó que cualquiera que sea electo no hará cambios importantes para Chile, mientras Chile se porte bien con EEUU.

Esa es una visión que induce a controversias, pero no deja de ser verdad. Los EEUU tienen dado pruebas de que va actuar así con todos los gobiernos donde encuentre una amenaza a su país. De todos modos, ambos candidatos están más preocupados en terminar con problemas internos del país y actuar en la guerra del Iraq, antes de pensar en problemas y discusiones con nosotros.