martes, 27 de mayo de 2008

¿Dónde está la ética periodística?

Lígia Ferreira

Ayer en el canal de televisión TVN el programa “Informe Especial” trató de poner en pantalla las situaciones peligrosas en que viven los más de 600 mil habitantes (INE – Instituto Nacional de Estadísticas) del sector de Puente Alto, especulando la realidad con el titular: “Morir y vivir en Puente Alto”. Los esteriotipo y exageraciones estuvieran en evidencia durante todo el programa, que declaró criminales a todos los moradores de ahí.

Encuentro una gran falta de profesionalismo periodístico imponer un lado de la realidad, se olvidando que en esta comuna también hay profesionales, trabajadores, estudiantes, comerciantes, niños, mujeres, ancianos, por fin, todo el tipo de persona que se encuentra en cualquier otra comuna de Santiago. Pero también pactuo con la idea de tener uno de los índices de delincuencia más grandes de Santiago no urge sin razón de serlo.

Sabemos que el sector es peligroso y para deducirlo basta poner atención en las noticias diarias que casi siempre presentan crimines sucedidos en la comuna. Lo que cuestiono es porque no presentar también otro lado que, imagino, también exista. No puedo creer que en este sector existan puras personas de mala índole, porque esta es la idea que el programa pasó durante sus 45 minutos. Mientras asistía los horrores presentados en pantalla intenté crear una idea general de lo que es vivir en un área tan peligroso y también imaginar como más de medio millón de personas suportan vivir con tanto crimen.

Fue en esto punto que me acordé lo cuanto amarrilla es la prensa de este país (¿y porque no decir que de lo mío también?). Es evidente que una prensa así no se preocuparía en presentar una nueva perspectiva, si no la misma generalización dejando obvio que todos puentealtinos son delincuentes.

La prensa, a veces, se olvida que son generadores de opinión pública, masiva, y que por lo tanto debe dar subsidios para que cada uno críe su propia resolución. Es decir, el programa Informe Especial de ayer se olvidó completamente de la ética y objetividad periodística. Y eso no quiere decir que mintió, pero si omitió otra realidad que dejaría el televidente sacar sus propias conclusiones. El programa no permitió a sus televidentes tener la libertad de escoger, de decisión, de opinión. Él estigmatizó y rebajó toda una comunidad al nivel de aquellos que diariamente ya tornan la vida de las buenas personas en una difícil caminada.

Publicado también en: http://www.kmcero.publimetro.cl/content/view/197858/

1 comentario:

T dijo...

soy Tam, no Pam.. la pame es la otra q antes estaba conmigo en analisis siempre.... yo me llamo Tamara....
ahh sipues.. yo te informo con gusto de toso.. no hay problema... y gracias por la informacion, es q estaba difonica y sin voz no saco nada con ir.
cuentame de q seria la catedra si lo sabes ya?
TaM